sábado, 28 de julio de 2012




Como se sabe el desarrollo de la telefonía móvil ha experimentado un crecimiento abrumante que ha conllevado a la proliferación de estas redes de telecomunicaciones además de un aumento significativo de la contaminación ambiental debido a las radiaciones. A nivel mundial no se ha llegado a resolver esta problemática sobre su impacto en el entorno social como en el medio ambiente. 




Es por ello que se ha manifestado movilizaciones sociales y ecologista que ha obligado a algunas comunidades autónomas a establecer normativas más preventivas en niveles de exposición al público más restrictivos.


Desde esta perspectiva anterior, se ha realizado la instalación de los sistemas de redes de telefonía inalámbrica en todo el territorio de nuestro país Sin embargo la estructura normativa y legislativa respecto a las redes de telefonía móvil no estaba tan desarrollada y preparada como rápida a sido su implantación.




 Es por ello que se ha visto que el establecimiento de la trama de las telecomunicaciones ha supuesto una proliferación en el medio rural y urbano de toda una serie de infraestructuras de antenas estaciones base GSM, DCS y LMDS, dipolos repetidores, antenas de alta ganancia, microantenas, radioenlaces, etc. Esta proliferación sin ningún control y con desconocimiento de las corporaciones municipales hizo surgir primero una preocupación por el tipo, carácter y niveles de emisiones de estas infraestructuras radioeléctricas A esto, se unía la carencia de recursos humanos, medios materiales e instrumental de medición de campos electromagnéticos de microondas pulsátiles por parte de las diferentes Inspecciones Territoriales y Provinciales de Telecomunicación, las competentes para el control de estas instalaciones radioelectricas, lo que suponía, en la práctica, un desconocimiento de los niveles de emisión de dichas antenas y los niveles de inmisión que recibían los ciudadanos.  Los componentes de los teléfonos móviles son peligrosos para el medio ambiente, tanto de manera directa (por los propios componentes del aparato) como de manera indirecta, por la deforestación que provoca la obtención del coltán, un mineral básico en su fabricación.

  

 Es necesario señalar que la tecnología GSM se considera, por su velocidad de transmisión además de otras características, un estándar de segunda generación (2G), es por ello que su extensión a 3G se denomina UMTS y difiere en su mayor velocidad de transmisión, el uso de una arquitectura de red ligeramente distinta y sobre todo en el empleo de diferentes protocolos de radio (W-CDMA).


Las autoridades nacionales de una serie de países han decido establecer su propia normativa que regule los limites de exposición a las transmisiones GSM. Dichas normas no se basan en todos los casos en rigurosos estándares internacionales que tienden a ser armonizados a nivel que tienen por finalidad brindar a los operadores de servicios de tecnología movil GSM criterios validos de seguridad y asegurar la protección efectiva de la población y el medioambiente. Los límites de radiación marcados por las recomendaciones internacionales tienen en cuenta todas las fuentes electromagnéticas ya presentes. El consenso de las numerosas investigaciones médicas y científicas realizadas hasta la fecha no han encontrado evidencia de que la exposición a ondas de telefonía celular a largo plazo, se traduzca en detrimento de la salud o en daño masivo del medio ambiente. 


En ese sentido y en función de la compleja y poco predecible situación en la mayoría de países latinoamericanos (en términos de requisitos y costes) para instalar una estación base en el territorio de cada país, se requiere que las autoridades establezcan claramente y con el rango legal correspondiente, la existencia de una sola entidad encargada de vigilar el cumplimiento de las normas sobre límites máximos de emisión de ondas electromagnéticas. Caso contrario, se agudizará la problemática actual y se afectarán la expansión, cobertura y la calidad del servicio de telefonía móvil a zonas necesitadas o aún no servidas.



  
Luego de señalar lo anterior es necesario comprender porque es necesario relacionar estas tecnologías con los proyectos ambientales, la mejor manera de hacerlo es señalar que debido a las ideas que han ido evolucionado por la proliferación de las telefonías móviles en el calentamiento global se lograría combatir en muy  poco tiempo y se tendría un mejor ambiente para vivir. Debido que existen muchas especulaciones sobre las antenas que generan estas ondas de tecnologías que irradian y producen cáncer, cosa que no esta totalmente definido entonces un proyecto muy solidó sería colocar las antenas a potencias máximas de exposición simplemente como una medida preventiva, es decir, fuera del alcance cercano a los seres vivos para que no sean afectados.


Un proyecto ambientalista podría ser el reciclaje de moviles para proteger los ecosistemas  así como los bosques y selvas de Venezuela. 



Ademas que las empresas también desarrollen innovadoras ideas para conseguir cambiar los moviles dañados por equipos que no sean perjudicial para el medio ambiente. O sencillamente crear empresas empresa que compren móvil viejo, los arreglen, reciclan sus materiales y los envían a países en vías de desarrollo.


Es necesario ser un buen ser humano y comprender ademas de recordar a los demas que debemos Cuidar Nuestro planeta para reducir el impacto ambiental de una forma que se pueda seguir disfrutando de estas tecnologías que han invadido nuestras vidas para facilitar nuestro día a día. 







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